En 1893, a 30 años de la fundación del Cuerpo de Bomberos de Santiago, se originan dos nuevas compañías:

La duodécima y la undécima, que en ese entonces era una compañía chilena. Historia y crónica de la undécima como compañía chilena, casi no existe, dado su corta vida como tal, ya que solo a los 21 años de su fundación fue disuelta por el directorio del cuerpo, por razones disciplinarias.

Fue entonces en 1914, cuando aparece un entusiasta chileno, hijo de padres italianos, el cual en debido a su acendrado amor a la patria paterna, desde su niñez, anhela la existencia de una unidad bomberil italiana en Santiago, a semejanza de otras que ya existían en el resto del país. Su nombre: Ricardo Federici Botto, de honrada memoria.

Llevaba casi tres años como voluntario de la duodécima compañía, cuando renuncio a sus filas, para iniciar su gran cruzada, hacer realidad un viejo anhelo: organizar una compañía de bomberos italianos.

No tardo  en comenzar su difícil labor. Asistió a una reunión de las instituciones italianas, ocasión en que aprovecho para lanzar su idea, ofreciéndosele amplia cooperación.

Contando con esta demostración, solicito en la 12 compañía, a los señores Lertora y Tagle, que lo asesoraran con su experiencia y ayuda, a dar vida y forma a lo que es hoy la “Pompa Italia”.

El 21 de marzo de 1914, don Ricardo reunió a todos los presidentes de entidades italianas para exponerles su idea, pero como siempre, no todas las empresas son fáciles de concretar  y así, surgieron las primeras dificultades. Al no recibir el apoyo  esperado sufrió de gran desanimo, derramando varoniles lagrimas de impotencia y frustración. Sin embargo, no todo estaba perdido. Surgió la mano que alentaría a Federici, la del que hasta el día de hoy se recuerda como “papa panelli”, que en esa ocasión le dijo “non piangere, sei un giovanotto pieno d’ entusiasmo e patriotismo. Continua a lavorare e trionferai” y estas sus palabras resultaron proféticas, ya que después nacería la “pompa”.

Y se le unen dos grandes colaboradores para dar vida a esta: Levi y Fossati.

Luego vendría la proclama a la juventud de la colonia, que le dio su franco y decidido respaldo, dando una categórica respuesta. Al sumar 53 firmas al sueño de Federici: para formar una compañía italiana.

Y este fue el grupo que el día 08 de abril de 1914, por intermedio de don Guillermo Tagle Álamos, envió al directorio del cuerpo, la histórica carta que a continuación se transcribe:

SANTIAGO, 08 DE ABRIL DE 1914

Señor
SUPERINTENDENTE DE CUERPO DE BOMBEROS DE SANTIAGO
PRESENTE

Señor Superintendente:

“Los abajo suscritos, miembros de la Colonia Italiana de esta Capital, deseando ayudar a la tarea del Cuerpo de Bomberos, hemos acordado ofrecer nuestros servicios para reconstruir la 11ª . Compañía, recientemente disuelta.

Si nuestros servicios fuesen aceptados, solicitamos se nos entregue el material de la disuelta 11ª. Mientras obtenemos recursos para encargar un material moderno.

Declaramos conocer el Reglamento General del Cuerpo y comprometemos nuestra palabra de honor de respetarlo.

Esperando se nos conceda el honor de formar parte del Cuerpo de Bomberos de la Capital, con todo respeto nos suscribimos de UD. SS. SS .y SS.

Ya vencidos los primeros obstáculos dentro de la Colonia, se presenta otro problema más difícil en la Institución misma: la Colonia Alemana también aspiraba a formar una Compañía de Bomberos. Pero Federici no ceso en su lucha y prosiguió su búsqueda de más apoyo.

Así, el 03 de Junio de 1914, se reunía el Directorio del Cuerpo de Bomberos para decidir si la Colonia Alemana o Italiana se haría cargo de la 11ª. Compañía.

Federici, dominado por los nervios, espero pacientemente frente al edificio de la Comandancia, en calle Santo Domingo, el veredicto final. De pronto, los aplausos llegaron hasta sus oídos, dando a conocer la formación de la nueva compañía. Y pensó… ¿Cuál?…. ¿cual?…. y en esos instantes aparecen BALDUZZI, TAGLE y LEVI, que lo abrazan a la par, diciendo HEMOS TRIUNFADO… El rostro de FEDERICI reflejo la emoción, estallando en lágrimas viriles, al ver por fin el éxito alcanzado.

Días después, en los salones del Cuerpo, se les hacia bomberos y se procedía a elegir la primera oficialidad, siendo designado Director don Salvatore Cuneo C. y Capitán, el Sr. Luigi Abba V.

Don RICARDO FEDERICI BOTTO, nos dejo en el año 1960 y hoy descansa en paz, pero las presentes y futuras generaciones de oncinos, que están y/o lleguen a nuestro cuartel siempre lo mantendrán vivo en su recuerdo, a este chileno, que tanto amó la Italia de sus padres, que pese a su modestia, alcanzo lo imposible, hizo realidad una ilusión, demostrando que la voluntad y el tesón son los motores que todo lo consiguen, señalándonos día a día, un ejemplo digno de imitar.

Todo voluntario que ingresa a las filas de la undécima debe tener conocimiento de hechos destacados que marcan la historia de la compañía y que demuestran la calidad humana y grandeza de sus protagonistas.